A medida que nos acercamos al final del Mes Nacional de la Poesía, pensé que sería un momento excelente para destacar algunas fantásticas novelas para jóvenes adultos escritas en verso, que combinan poesía en un formato que tradicionalmente se usa para la prosa. Los libros escritos en verso tienden a ser lecturas rápidas que a menudo transmiten mucha emoción y profundidad de carácter porque cada palabra importa. Incluso si no te gusta la poesía, puedes encontrar una historia agradable y cautivadora en cada una de estas novelas.
Novelas de YA en verso
Long Way Down por Jason Reynolds
Impulsado por los secretos y la venganza que marcan su cultura callejera, Will, de 15 años, contempla en el transcurso de 60 segundos psicológicamente suspensivos si va a asesinar o no a la persona que mató a su hermano.
El poeta X por Elizabeth Acevedo
Xiomara Batista se siente desconocida e incapaz de esconderse en su vecindario de Harlem. Desde que su cuerpo se convirtió en curvas, ella ha aprendido a dejar que sus puños y su fiereza hablen.
Toro por David Elliott
Un giro moderno en el mito de Teseo y Minotauro contado en las siete voces distintas de Poseidón, el Rey Minos, la Reina Pasifae, su hijo Asterion, mitad hombre / mitad toro, su hermana Ariadne, Dédalo y, en un papel menor pero crítico, Teseo, príncipe de Atenas y, posiblemente, hijo de Poseidón.
Solo por Kawame Alexander
Blade, de diecisiete años, que se esfuerza por resolver problemas dolorosos de su pasado para navegar los desafíos de las adicciones de su antiguo padre de rockstar, rumores mordaces de tabloides y un secreto protegido que amenaza su propia identidad.
Vainilla por Billy Merrell
Dos niños Van (llamado Vanilla) y Hunter cuentan su relación, que comenzó antes de ser adolescentes, pero fracasó en la escuela secundaria, principalmente porque Hunter cree que deberían tener relaciones sexuales y Vanilla no está tan segura.
Ronit y Jamil por Pamela L. Laskin
Un recuento de Romeo y Julieta de Shakespeare, Ronit, una niña israelí, vive a un lado de la cerca y Jamil, un niño palestino, vive al otro lado. Solo a kilómetros de distancia pero separados por generaciones de conflicto, mucho más que el bloqueo concreto entre ellos. Sin embargo, sus padres trabajan en un acuerdo comercial desconfiado pero mutuamente beneficioso, una relación que une a Ronit y Jamil. Y rayos. El tipo de rayo que trasciende las cercas de barrera, la guerra y el odio.
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